¿Tienes ganas de ser mejor? ¿De salir ahí y comerte el mundo? ¿Te han inspirado tantas personas que han sacado lo mejor en situaciones adversas? Vamos a dejar que se vea, con Dios y la determinación de cambiar ¡Ánimo!
Si te suena esto:
“Muchas veces dejo a Dios para más tarde y no sé contar con Él en mis planes. A veces me ocupo de Él como por obligación”.
“Reclamo mis derechos a ser perdonado y comprendido, mientras guardo rencores o envidias”.
“No soy generoso con la excusa de ahorrar, y después hago compras por capricho”.
“Juzgo y critico a otros sin saber cuál es su situación real”.
Prueba con esto:
Ten un gesto diario con Él. Demuéstrale que es la Persona a quién más quieres (visítale en el Sagrario, ten un detalle con su Madre…).
Ten un rato diario de conversación con Dios, para hablarle y escucharle con confianza.
Piensa maneras de celebrar y descansar el domingo sin pantallas ni consumismo.
Concreta gestos con los demás como expresión del amor de Dios: una atención, una llamada de teléfono…”.
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